Sobre arte, documentos, documentales y respuestas humanas
DOI:
https://doi.org/10.32776/arcsh.v5i9.29Palabras clave:
Audiovisualidad, perspectivas humanas, actividad social, medios, artes, cine, géneros fílmicos, falso-documentalResumen
Las experiencias estéticas y el arte pueden ser comprendidos y definidos como modos humanos de sentir, producir, actuar… responder ante lo universal. A la audiovisualidad natural y a la escénica, el cine añadió la del binomio superficie-matriz que nutrió a la televisión e incluso a Internet, entre otros. Todos los medios pueden implicar experiencias estéticas, aun cuando no sean propiamente artes. Diferenciamos las filmaciones puramente informativas, documentos audiovisuales, de los documentales (realizaciones fílmico-artísticas). El cine, como arte, propone estructuras de signos y universos de imágenes válidas por sí mismas, capaz de un mayor o menor realismo o fantasía en sus referentes. La mirada, la actitud, la experiencia artística (y la estética) potencian tales estructuras y experiencias sensibles. Puede incluso no haber referentes ostensibles más allá de sus propias formas. Tales disposiciones personales y sociales diferencian a las artes audiovisuales entre los medios, cuya finalidad primordial es la comunicación, para el arte una de sus muchas funciones. Así, el falso-documental es comúnmente un filme de ficción, apropiado y rico para las experiencias lúdica y hedonista del universo del arte pero no para el puramente mediático.